Enseñame, Dios mio, a bendecir y orar
por el secreto de la hoja marchita,
el brillo de la fruta madura,
por esta libertad: ver, sentir, respirar,
saber, esperar, fracasar.
Enseña a mis labios bendicion y canto de alabanza
al renovarse tu tiempo en la mañana y en la noche,
para que no sea mi dia de hoy como el de ayer y antier,
para que no sea mi dia rutina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario